Tsipras reclama una autoridad moral

Algo de claridad ha aparecido en la parte griega en el estancamiento de las negociaciones con los acreedores internacionales. El líder griego Alexis Tsipras acusó a la llamada troika de saquear el país durante los últimos cinco años y se comprometió a no ceder a los acreedores que exigen más medidas de austeridad.

Los acreedores, representados por el Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo y la Comisión Europea finalmente han admitido que aunque Grecia aplique plenamente las medidas de austeridad propuestas, no se va a resolver la situación financiera del país y que no es factible para el país que pague toda el dinero que ha tomado prestado de sus contrapartes.

Los griegos, por otro lado han endurecido su postura definiendo claramente su perspectiva. El jefe del ampliamente denominado en los medios de comunicación partido de izquierda "radical" Syriza, Alexis Tsipras, ha expresado la opinión de los líderes griegos después de las fallidas negociaciones el domingo:

"Uno sólo puede sospechar motivos políticos detrás del hecho de que las instituciones insisten en mayores recortes de pensiones, a pesar de cinco años de saqueo a través de los memorandos. El gobierno griego ha estado negociando con un plan específico y propuestas documentadas. Vamos a esperar pacientemente hasta que las instituciones se adhieren al realismo. Aquellos que consideran nuestro sincero deseo de una solución, así como nuestros esfuerzos para cerrar la brecha como un signo de debilidad, deben tener en cuenta lo siguiente:

No sólo estamos acarreando un pasado histórico subrayado con luchas. Estamos acarreando la dignidad de nuestro pueblo, así como las aspiraciones de todos los europeos. No podemos ignorar esta responsabilidad. No es una cuestión de terquedad ideológica. Tiene que ver con la democracia."

La declaración provocó una gran cantidad de críticas en los medios de comunicación, sin embargo, finalmente demostró la fuerza y la convicción detrás de los valores del gobierno griego. Esta acción puede ser admirada como la correlación de poderes, por lo tanto, la presión para el país en deuda para que acepte en silencio las "propuestas" de los acreedores es enorme. La advertencia de la Comisión Europea de que Grecia se derrumbaría en un estado de emergencia en caso de desacuerdo, ha extendido el temor a la incertidumbre aún más, reduciendo el apoyo público a las acciones del Primer Ministro griego.

Teniendo en cuenta todo lo anterior, no muchos podrían esperar una acción tal del Gobierno griego. Esta posición moral es un buen comienzo, pero todavía está lejos de conseguir la victoria final en este juego. En la actualidad, uno de los mayores desafíos que enfrenta Tsipras es en su propio país.

En el memorando electoral de su partido, Tsipras prometió que su gobierno va a resistir a las medidas de austeridad adicionales, tales como recortes de sueldos y pensiones del sector público. Por otro lado, como las encuestas recientes han mostrado, la población</ span> griega tampoco está dispuesto a salir de la Unión Monetaria Europea y volver al dracma, a pesar de que estas acciones son mutuamente excluyentes.

Hacer frente a la situación en el país, ya sea llamando a un referéndum o dar más explicaciones al pueblo griego a fin de lograr una mayor unidad y apoyo parece ser lo más razonable para Tsipras en el corto plazo.


Fuente:  Broker ACFX