Opere para operar bien y no para ganar dinero

Esta afirmación ha sido repetida infinidad de veces, probablemente desde que existen  los mercados financieros. Puede parecer una contradicción, pero la realidad es que no lo es. Los traders que rutinariamente obtienen grandes cantidades de dinero no cuentan mentalmente los dólares cuando están operando. No emplean una calculadora mental que continuamente lleva la contabilidad de cuanto dinero están acumulando en su cuenta y cuanto harán si las cosas salen como creen. Ellos no dicen:
"Veamos, si compro 1 lote en el EUR/USD a 1.3400 y este sube 100 pips, entonces me ganaré $1000 en esa operación"
Nada y quiero decir nada realmente, destruye nuestra concentración  y nubla nuestro juicio más rápido que calcular la cantidad de dólares que estamos ganando o perdiendo cada minuto en cada operación durante la sesión de trading.

Otra "trampa para bobos" es anunciarle a nuestro conyuge, padres e incluso a al perro que vamos a ganar una cierta cantidad de dinero durante el día. Esto es ponernos en  camino directo a los problemas. Al fijarnos una cantidad fija de dinero que vamos a ganar cada día, especialmente si somos principiantes, hará casi seguro que más bien terminemos perdiendo dinero.
Esta necesidad de ganar una cantidad específica de dinero modifica nuestra visión del mercado y mete más presión a las posiciones abiertas ya que nos hemos autoimpuesto la obligación de ganar dinero en el mercado como sea. Esto crea ecos en la mente que nos hacen forzar las operaciones. Y al final ocurre lo inevitable, perdemos dinero. Esto ocasiona que nos sintamos avergonzados con nosotros mismos lo que hiere la autoestima y a la vez lleva a más pérdidas.

La cura para este problema: Desde ahora en adelante nuestra meta en el mercado no es hacer dinero. Ahora la meta es operar bien. El dinero es un producto que siempre viene de operar bien. Algo muy interesante ocurre cuando empezamos a concentrarnos en la forma en que operamos y no en el dinero que ganamos. Poco a poco los ingresos comienzan a subir, y lo hacen más rápido de como lo hacían cuando nuestro objetivo primario era el dinero. Esto se debe simplemente a que los traders que se concentran en sus ejecuciones siempre cortan rápido las operaciones perdedoras y dejan correr las ganadoras. Protegen su capital y dejan los riesgos innecesarios a otros. Saben reconocer un mercado que no ofrece oportunidades y se abstienen de entrar en el. No hacen promesas a nadie, incluso a si mismos acerca del dinero que van a ganar.
Este tipo de traders deja que el mercado venga a ellos. Son extremadamente pacienctes y disciplinados y esperan por las mejores condiciones posibles antes de abrir una posición. Si las condiciones no se presentan, simplemente esperan a que estas se den y no fuerzan sus operaciones. Una vez que entran al mercado, gestionan sus posiciones de modo metódico y mecánico, tomando ganancias en puntos específicos y moviendo su stop loss para proteger su capital.

Los traders que se preocupan por operar bien, no se dejan llevar por la excitación del trading ya que no son adictos a las emociones que brinda. No operan por aburrimiento o cuando están enojados, cansados o enfermos. Tampoco operan cuando sus vidas están bajo mucho estrés que impida que se concentren en el mercado. Los traders exitosos siempre se apegan a sus reglas y nunca las desobedecen. Además son perfeccionistas y gracias a su disciplina obtienen ganancias constantes. Por lo tanto todo trader debería emularlos.